“Hay que poner el burro delante de la carreta” es una frase popular que sirve para representar la tragedia del suministro de energía eléctrica en nuestra República Dominicana. Es cierto que los gobiernos dominicanos han tratado de resolver este mal que mantiene a oscuras a nuestro pueblo pero no es menos cierto que estos esfuerzos han sido en vano ya que el servicio eléctrico continúa sus frecuentes recaídas. En las últimas semanas el servicio eléctrico volvió a colapsar y las interrupciones eléctricas han llegado hasta los sectores más exclusivos del país y parece que nuestro paraíso terrenal se ha convertido en el infierno de Dante Alighieri pero sin luz.
La pregunta recurrente es por que tenemos más de cuarenta años y la crisis de energía eléctrica no se ha superado. Ahí es que la frase “la carreta delante del burro” proveería un poco de luz a este tan severo problema social. Pero primero tenemos que entender que según la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) el 85% de la producción de energía eléctrica en Republica Dominicana depende de combustible tal como el petróleo, gas natural o carbón. Lamentablemente la República Dominicana no produce ninguno de estos combustibles y depende del mercado internacional para suplirse de estos. Esta dependencia crea un nivel de incertidumbre económica ya que el precio de estos combustibles puede fluctuar como ha sido el caso del barril de petróleo en el último año.